Esta receta no deja de ser una alternativa muy saludable para aquellas personas que no toleran el ajo crudo, al estar confitado en aceite pierde mucha fuerza y podemos tolerarlo de manera más digestiva. No podemos perder de vista que queda un ajo mucho más aromático y suave, de esta manera se realza su sabor de una manera brutal.
No dudéis que su aceite nos dará muchas alegrías en una gran variedad de platos dónde decidáis utilizarlo. Y ya os digo que dónde pongáis este ajo cambiará a excelente el guiso, plato o receta que estáis elaborando. Luego me preguntan cuando vienen a comer a casa, porque está tan rico, si yo lo preparo y nunca me sale así de rico! Pues otro truquito más para tenerlo muy en cuenta.
Ajos Confitados
Utensilios
- Sartén alta
- Bote hermético
Ingredientes
- 400 gr Ajos pelados / de preferencia grandes y frescos
- 400 gr Aceite de Oliva Virgen Extra
Vamos al Lío!
- Elegiremos ajos frescos y que sean grandes. Pelamos todos los ajos y ponemos en una sartén alta cubiertos de aceite de oliva de buena calidad. Encendemos fuego medio-alto para que llegue la temperatura a unos 80ºC, no debemos rebasar esta temperatura. No deben freírse ni dorarse, cambiarán un poquito de color pero la temperatura hará cierto burbujeo en el aceite pero no fritura. Este proceso es lento, podemos tardar unos 30-40 minutos.
- Una vez confitados, los dejamos atemperar y los vertemos en el bote de vidrio que hayamos elegido. Ya estarán listos para utilizar en miles de platos para darlos carácter y personalidad.
Las mejores recetas en las que veréis cómo se realza este ajo aromatizado son sopas frías como gazpachos y salmorejo cordobés por ejemplo, también en salsas, como una clásica de tomate frito para pasta o una salsa pesto, en mayonesas y alioli. Si te acostumbras a tenerlos en casa ya nunca más estarás sin ellos.